La visita al Museo de Artes Decorativas*de La Habana es un excelente preludio a la lectura de la novela de Balzac “Le Père Goriot”**. El martes 30 de enero, acompañados por su profesor de francés, los alumnos visitaron este palacio dedicado en parte al “gusto francés”.
Wallis Simpson y la Duquesa de Alba aún pueden verse hoy en día en las fotografías que cuelgan de los rieles de cuadros del interior del antiguo hotel de la Condesa de Revila de Camargo. Estas instantáneas en blanco y negro dan a la casa un ligero aire de “Hotel Overlook”, y es una buena idea salir al balcón para redescubrir el entorno familiar del Vedado.
Todo en este palacio, diseñado en los años 20 por arquitectos franceses y decorado por la prestigiosa firma parisina Jansen, es de un gusto exquisito. Me vienen a la mente las palabras de Balzac: “Ser admitido en estos salones dorados equivalía a una patente de alta nobleza. Exhibiéndose en esta sociedad exclusivísima, (Rastignac) se había conquistado el derecho a ir a cualquier parte” (Balzac, Le Père Goriot, 1835).
A lo largo de las salas, nuestro guía, Jorge Elías Gil Viant, describe con erudición los cuadros de Hubert Robert, los tapices de Aubusson, la porcelana de Sèvres y la secretaria de María Antonieta. Todas estas piezas de valor incalculable pertenecen a las colecciones del Museo Nacional de Artes Decorativos, inaugurado en 1964. Los estudiantes impresionados tomaron fotos frenéticamente de los muebles y objetos de arte, como si no quisieran olvidar nada.
*Museo de Artes Decorativos, Calle 17 y E, Vedado, La Habana
**Balzac, Le Père Goriot, Textes classiques abrégés, Folio Junior